domingo, 4 de marzo de 2012
Bueno, hice algunos cambios para que la buena transformación se realice:
PRIMERO: actualicé mis libros de belleza. Con esto me refiero a que los puse al alcance de la mano (literalmente) ya que estaban por allí, como escondidos entre medio de otros libros. Así que ahora están en una estante al lado de mi escritorio. Y me propuse poner en práctica el conocimiento. (Incluyo una fotografía de Sophía Loren pues tengo un libro escrito por ella, y el es primero que comencé a releer con la idea de aplicar algunos consejos)
SEGUNDO: Comencé a usar una pequeña pero eficaz máquinita de electrólisis para sacar los vellos (no bellos) que están "mal ubicados", por decirlo de alguna forma.
La dichosa maquina es muy buena pero no la usaba porque no me alcanzaba la paciencia para contar los 20 segundos que lleva esperar a que la electricidad destruya el bulbo o raíz del pelo elegido.
Pero como lo primero que me horrorizó fue el estado "piloso", decidí tomar el tema en serio y la estoy utilizando.
Eso sí , renuncié a mis pretensiones de super organizar registrando cuáles y cuántos vellos trato por vez, y directamente lo hago. Es decir, pasé finalmente de la planificación (en la que soy muy buena) a la acción (que al fin y al cabo es la que mostrará los resultados) .
Único criterio: todo vello facial que no deba estar donde está, es tratado con la máquina.
Y listo.
En cuanto a la piel, mascarilla.
Hace tanto que no me tomaba los 20 minutos necesarios para usar una!
y como tiene que suceder, la piel quedó radiante y fresca. Y al pasar luego una crema se "desincrustaron" sin esfuerzo algunos comedones (que nombre que siempre me resultó repugnante, pero bueno)
miércoles, 29 de febrero de 2012
NO, nO NO!!!!
NO puede ser!
Hoy hice un inventario… de mí. Y
les aseguro que quedé horrorizada
Desde arriba hacia abajo: las cejas son un desastre con pelos por cualquier lado (producto de la falta de rutina en el mantenimiento)
Con micro “pinches” en el
entrecejo (parece que los vellos de allí jamás se enteran de que los depilo, es
decir, no se debilitan en lo absoluto) Desde arriba hacia abajo: las cejas son un desastre con pelos por cualquier lado (producto de la falta de rutina en el mantenimiento)
Y con nuevos ejemplares que se
empeñan en sombrear la zona desde las cejas hasta el nacimiento del cabello
(¿me estaré transformando en simio en una suerte de involución?
Si salto hasta el mentón, encuentro
unos pelos duros y oscuros como de barba.
Y si bien es cierto que son pocos…¡YO soy Mujer y las mujeres no tenemos barba!
Y yo no estoy de acuerdo con que
me salgan pelos que no corresponden a mi gènero, ni estoy de acuerdo con que
las hormonas cambien. ENtièndase: YO NO ACEPTO esto.
Vuelvo al sector medio de mi cara
y HORROR!!! En mi naríz se ven uno puntos negros y …otros de color verde!!!! (descubro que la patilla rota de mi lente para leer está manchando de óxido verde los poros de mi nariz; ¿podría ser peor?)
Esto me lleva a completar el
retrato con unos lentes de armazón ordinario y por ende roto.
Me comienzo a deprimir.. y por
eso no sigo con el inventario por ahora.
Ayer precisamente leí en un libro
de Sophía Loren, estrella y diva del cine mundial, decía que la belleza implica
un trabajo.
Bien, asumo el trabajo (desafío o
trabajo que precisa de fuerza y poder sobrehumano en mí) para transformarme y
dejar de ser este monstruo que veo.
Quiero ser una mujer muy hermosa,
Quiero pasar de Monstruo a
Hermosa Total.
Comienzo Mañana o1 de Marzo de
2012 mi proceso de transformación. Lo registraré
aquí.
(como es algo que me da tanta vergüenza
que no se lo puedo decir ni siquiera a una persona, se lo digo y diré por este
medio a todos los que quieran verlo. )
Chau, hasta mañana!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)